Recolección y conservación de semillas
La obtención de semillas locales o nativas ofrece múltiples beneficios gracias a su rusticidad, lo que las hace más resistentes y mejor adaptadas a diversas condiciones adversas. Además, multiplicar las semillas reduce la dependencia de comprar nuevas cada temporada, lo que significa un ahorro económico, una mayor autonomía, y una mejora en la calidad y variedad de los alimentos. Esto contribuye al manejo agroecológico y fortalece la soberanía alimentaria.
Antes de iniciar la recolección, tener en cuenta:
- Elección de plantas representativas: Es clave elegir plantas saludables que reflejen las características deseadas de la variedad (rendimiento, tamaño, color) y permitirles desarrollarse hasta que florezcan, fructifiquen y las semillas maduren.
- Evitar cruzamientos no deseados: Si deseas producir semillas de más de una variedad por especie al mismo tiempo (por ejemplo, diferentes tipos de tomates), realiza cultivos separados, establece barreras físicas o realiza polinizaciones manuales.
Recolección y extracción de semillas según tipo de planta
Frutos en vaina (arveja, chaucha, poroto, rúcula, mostaza): Deja secar las vainas y luego retira las semillas.
Frutos carnosos (tomate, berenjena, morrón): Extrae las semillas del interior, sécalas sobre papel absorbente.
Semillas expuestas (lechuga, radicheta): Corta las flores cuando los tallos empiecen a amarillear, colgalas boca abajo hasta que se sequen, luego frota las semillas desprendidas en una bolsa.Conservación de las semillas
Conservación de las semillas
Es importante secarlas a la sombra, sobre papel absorbente. Luego colocalas en frascos opacos bien cerrados, etiquetados con la especie, variedad y fecha de recolección. Almacénalas en un lugar fresco y oscuro.
Es importante secarlas a la sombra, sobre papel absorbente. Luego colocalas en frascos opacos bien cerrados, etiquetados con la especie, variedad y fecha de recolección. Almacénalas en un lugar fresco y oscuro.


